Introducción
En los ambientes áridos del planeta, los suelos enfrentan condiciones extremas: lluvias mínimas, intensa evaporación y casi nula cobertura vegetal. Bajo estas condiciones, es común la acumulación de sales solubles en el perfil del suelo, dando origen a los Salids, una subcategoría de suelos caracterizados por su alta salinidad. Estos suelos se forman típicamente en cuencas internas o zonas bajas donde el agua se evapora y deja las sales in situ. Por ejemplo, en muchas planicies desérticas (playas) de Nevada y Utah se observan costras blancas de sal en la superficie, evidencia de un horizonte salino; pocas plantas (solo halófitas especializadas) pueden tolerar la extrema salinidad de estas áreasuidaho.edu. Aunque resultan muy desafiantes para el uso agrícola, los Salids son indicadores clave de procesos edafológicos intensos en zonas desérticas, revelando la historia de acumulación de sales en climas secos.
¿Qué es un Salid?
En la Taxonomía de Suelos del USDA, los Salids constituyen un suborden dentro del orden Aridisols (suelos de clima árido). Su rasgo definitorio es la presencia de cantidades excesivas de sales solubles (más solubles que el yeso) acumuladas de forma secundaria en el perfilsoils.org. Es decir, presentan un horizonte salino diagnóstico (horizonte “z” o salic) cuyo límite superior aparece dentro de los primeros 100 cm de profundidad del suelosoils.org. Estos suelos ocurren bajo un régimen de humedad arídico (a veces denominado tórrico, extremadamente seco) y en regiones de temperatura del suelo frígida o más cálida (no aparecen en climas gélidos)soils.org. En general, los Salids representan la expresión más extrema de la salinización natural en climas secos, con un perfil típicamente poco desarrollado en otros aspectos (horizontes jóvenes o incipientes debido al escaso lavado y baja actividad biológica).
Características clave de los Salids:
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Acumulación de sales solubles: Elevado contenido de sales como cloruros, sulfatos, nitratos, etc., producto de la evaporación del agua en el suelo. Por definición, poseen un horizonte salino (horizonte z) de al menos 15 cm de espesor con enriquecimiento de sales más solubles que CaSO₄soils.org. Este horizonte presenta concentraciones salinas muy altas (p.ej., conductividad eléctrica ≥30 dS/m en extracto de pasta saturada durante al menos 90 días), superando con creces el umbral convencional de suelo salino para agricultura (EC >4 dS/m)extension.colostate.edu.
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Horizonte z (salic): Es el horizonte diagnóstico de los Salids. Se identifica por evidencias de acumulación secundaria de sales en el perfil (no simplemente sales heredadas del material original). Puede ubicarse en el subsuelo o, en casos de ascenso capilar desde capas freáticas salinas, incluso en la superficie misma (p. ej., en salinas que muestran costras blancas y patrones poligonales de heave salino). Las sales suelen presentarse como eflorescencias o costras cristalinas de color blanco en agregados o fisuras. (La reacción con HCl diluido no es diagnóstica para este horizonte, pues las sales neutras como cloruros y sulfatos no producen efervescencia; solo los carbonatos ocasionarían burbujeo con ácido). El reconocimiento preciso del horizonte salic requiere generalmente análisis de laboratorio (medición de conductividad eléctrica y contenido de sales solubles).
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Bajo desarrollo pedogenético: Fuera del horizonte salino, estos suelos suelen mostrar un perfil joven o incipiente. Típicamente presentan un epipedón ochrico (superficie clara, pobre en materia orgánica) y carecen de horizontes argílicos, cálcicos u otros fuertemente desarrollados – de allí el nombre común de algunos como Haplosalids (haplo = simple). La estructura suele ser masiva o de bloques sin desarrollo, debido tanto a la acción dispersante de algunas sales como a la escasez de arcilla y materia orgánica.
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Clima árido dominante: Los Salids solo se forman en climas áridos. Un requisito para clasificarlos es que el suelo tenga un régimen de humedad áridico, es decir, largos períodos secos donde la evapotranspiración excede con creces a la precipitación. Sin este clima seco, las sales serían removidas por el lixiviado natural. Por tanto, si un suelo salino se encuentra en un clima húmedo o subhúmedo, no se clasificaría como Salid sino que pertenecería a otro orden (por ejemplo, podría ser un Entisol o Inceptisol con salinidad, pero no un Aridisol).
En resumen, un Salid es un Aridisol con un horizonte salino marcado en el perfil, formado por la acumulación pedogenética de sales debido al clima seco. Estos suelos son comúnmente estériles o de muy baja productividad natural debido a la toxicidad osmótica de la sal y la falta de humedad utilizablenrcs.usda.gov.
¿Cómo se identifica un Salid?
La identificación de un Salid en campo y laboratorio se basa en confirmar los criterios anteriores en el perfil del suelo. A continuación, se resumen los criterios clave y cómo verificarlos:
Criterio | Condición para considerar Salid |
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Orden (USDA) | Aridisol (ambiente de clima árido) |
Suborden | Salid (presencia de un horizonte salino significativo) |
Horizonte diagnóstico | Horizonte salino “z” (salic) con acumulación secundaria de sales en el perfil |
Régimen de humedad | Árido (arídico o tórrico – suelo seco la mayor parte del año) |
Conductividad eléctrica | Muy alta salinidad: típicamente ≫ 4 dS/m en el extracto saturadoextension.colostate.edu (en horizontes salic formados puede superar 30 dS/m) |
Morfología | Estructura masiva o de bloques toscos; posibles eflorescencias salinas (costras blancas) en superficie o en fisuras; alta dureza en seco (las costras salinas pueden cementar temporalmente el suelo) |
Vegetación | Escasa o nula. Solo especies halófitas muy tolerantes a la sal pueden crecer dispersas; amplias áreas pueden estar desnudas por la toxicidad salina. |
Nota: La definición taxonómica de horizonte salic es estricta: requiere ≥15 cm de espesor con EC ≥30 dS/m (extracción de pasta saturada) mantenida por al menos 90 días consecutivos, y un contenido de sales ≥20 g/kg (2% en peso)soils.org. Esto implica una acumulación salina enorme (por ejemplo, un horizonte de 30 cm debería tener ~30 g/kg de sales para cumplir el criterio). En cambio, en agronomía se considera un suelo “salino” aquel con EC >4 dS/m, ya que a partir de ese nivel muchas plantas cultivadas empiezan a sufrir estrés osmóticoextension.colostate.edu. Es decir, no todo suelo salino (EC>4) es un Salid, pero todo Salid sí es altamente salino (EC muy superior a 4).
Evaluación paso a paso: Si sospechamos que un suelo es Salid, debemos:
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Verificar el clima: ¿Corresponde a una zona árida (por ejemplo, <300 mm de precipitación anual, largos periodos secos)? Si no es árido, el suelo no puede ser un Aridisol-Salid.
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Inspeccionar el perfil: ¿Existe un horizonte con acumulación visible de sales (costras, vetas, cristales salinos)? ¿En qué profundidad aparece la mayor concentración de sal?
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Medir la salinidad: Un análisis de conductividad eléctrica del extracto de saturación de las muestras de cada horizonte confirmará si hay valores altos de sal en alguna capa (por encima de 4 dS/m, y típicamente mucho mayores en un verdadero horizonte salic). También se pueden medir aniones específicos (Cl^-, SO₄^2-, etc.) para cuantificar la sal.
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Caracterización complementaria: Observar si hay indicios de ascenso capilar (por ejemplo, laminar depósitos salinos en superficies de grietas o en la capa superior tras periodos secos). Físicamente, un horizonte muy salino a veces se manifiesta con estructura columnar o prismática con costras en la parte superior de las columnas, o un patrón de fisuras poligonales en la superficie debido a la cristalización de sal que expande el suelo.
Caso 1: Si solo el epipedón (superficie) tiene sales, ¿es un Salid?
Muchas veces en suelos áridos se observan costras de sal en la superficie inmediata del suelo debido a evaporación. ¿Debemos clasificar ese suelo como Salid solo por tener la capa superficial salina? La respuesta es: depende del origen y permanencia de esas sales.
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Sí sería un Salid si la acumulación de sales en superficie refleja un proceso pedogenético persistente. Esto implica que las sales han ascendido y se han concentrado de forma recurrente en el perfil superior (no es algo puntual). Indicadores de esto serían:
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Conductividad eléctrica elevada y consistente en la capa superficial y quizá en capas inmediatamente subyacentes (p.ej. >4 dS/m de manera sostenida, incluso >8 dS/m). La alta salinidad no debe limitarse a un costra efímera, sino que impregna el horizonte superficial.
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Evidencias morfológicas de sal: por ejemplo, una costra dura y continua de sal tras la estación seca, cristales salinos visibles (como eflorescencias blanquecinas) en agregados o raíces, o el mencionado patrón poligonal por heave de sal en la superficie. Estas señas sugieren que el horizonte superficial cumple con ser un horizonte salic genuino (aunque esté expuesto en superficie, califica como horizonte diagnóstico si reúne los criterios químicos y de espesor).
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No sería un Salid si la salinidad es superficial y temporal, sin evidencia de un horizonte subsuperficial de acumulación. Algunos escenarios donde no se clasifica como Salid:
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Si la costra salina superficial es producto de un evento puntual (por ejemplo, evaporación tras inundación ocasional, o riego reciente con agua salina) y podría desaparecer con las siguientes lluvias o riegos. En este caso la sal es transitoria, no un horizonte pedogenético estable.
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Si el perfil debajo de la costra no muestra incremento de sales (por ejemplo, mediciones de EC vuelven a valores bajos justo por debajo de la capa superficial). Es decir, no hay un horizonte “z” tal cual, solo una fina acumulación en la capa A por evaporación.
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Si la salinidad se restringe al epipedón debido a malas prácticas (p. ej., riego superficial con agua salobre sin drenaje, que causa salinización superficial). Aunque el suelo esté salino en superficie, taxonómicamente podría tratarse de otro tipo de suelo salinizado (un Entisol o Inceptisol salino) en lugar de un Aridisol Salid, si no cumple las demás condiciones (clima árido, horizonte salic bien formado, etc.).
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En síntesis, un suelo con sales solo en la capa arable puede ser Salid solo si ese horizonte superficial cumple los requisitos de un horizonte salic pedogenético (acumulación significativa y permanente de sales). Si la sal es meramente superficial y efímera, no justificaría clasificarlo como Salid.
Ejemplo: Imaginemos un suelo en una planicie costera árida con algo de vegetación halófita dispersa. Si tras la estación seca aparece una leve costra salina superficial, pero los análisis muestran EC=2–3 dS/m en esa capa y <1 dS/m debajo, estaríamos ante un suelo no Salid (salinidad baja/moderada y concentrada solo en la superficie inmediata). En cambio, si en otro punto la costra es gruesa, debajo hay sal hasta 50 cm de profundidad, y EC=15 dS/m en los primeros 20 cm, ese perfil sí calificaría como Salid, pues evidencia acumulación pedogenética de sal en un horizonte diagnóstico.
Caso 2: Si el suelo tiene solo 3 horizontes con sales, ¿puede ser Salid?
La cantidad de horizontes en el perfil (3, 4 o los que sean) no es en sí relevante para la clasificación, siempre y cuando uno de ellos sea identificable como horizonte salic. Un Salid puede tener un perfil poco diferenciado, por ejemplo:
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Horizonte A (superficial, ligero, algo salino),
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Horizonte Bz (horizonte subsuperficial con acumulación de sal – horizonte z claro),
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Horizonte C (material parental).
Aunque “solo” tenga esos 3 horizontes, el horizonte Bz cumpliría el rol diagnóstico. De hecho, muchos suelos Salids son de tipo Haplosalid típico, lo que implica perfiles simples: un epipedón ochrico sobre un horizonte salino (y quizás capas C debajo).
No importa que el perfil sea delgado o con pocos horizontes nombrados; lo esencial es la presencia de al menos un horizonte salic válido bajo condiciones áridas. Incluso en perfiles someros (por ejemplo sobre rocas a poca profundidad), si hay un horizonte de acumulación de sales de espesor suficiente, ese suelo se clasificará como Salid. En cambio, si un suelo tiene varios horizontes pero ninguno cumple los criterios de horizonte z (por ejemplo, todos con baja salinidad), no será Salid aunque superficialmente se perciba salino.
Reconocimiento del horizonte salic (z): Este horizonte suele presentar:
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Acumulación visible o medible de sales: manchas o venas blanquecinas, pulverulencia salina en poros, cristalización alrededor de raíces muertas, etc. A simple vista puede parecer una capa “cenizosa” o de color más claro debido a las sales. Tocar con la lengua un puñado de suelo (método antiguo) revelaría sabor salado intenso – aunque esta práctica no se recomienda por seguridad, ilustra la concentración de sal.
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Conductividad eléctrica muy alta: en laboratorio, los valores de EC saturación típicos de un horizonte salic son del orden de decenas de dS/m (>>4). Un valor por encima de ~8 dS/m en el subsuelo ya indica salinidad fuerte; en horizontes salic muchas veces se registran 16, 32 o más dS/m. La definición oficial requiere ≥30 dS/m en al menos una medición sostenida estacionalmente, lo cual es extremadamente salino (por comparación, agua de mar diluida 1:1 con agua destilada tiene ~30 dS/m).
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Reacción al humedecimiento: al agregar agua destilada a una muestra seca de un horizonte salic, esta suele disgregarse fácilmente (las costras duras se ablandan al disolverse las sales). Si además contiene carbonatos sódicos, podría observarse una ligera efervescencia con ácido (por liberación de CO₂), pero esto no es común en horizontes exclusivamente cloruros/sulfatos. En terrenos ultraáridos, las costras salinas pueden llegar a conferir dureza y apariencia de cementación (horizontes salinos petrocálcicos falsos), pero una muestra sumergida se deshace en agua, lo que confirma que no es una cementación por sílice o cal, sino por cristalización salina temporal.
Ejemplo de clasificación taxonómica completa de un Salid
Una posible clasificación taxonómica a nivel de Serie para un suelo Salid podría ser:
“Typic Haplosalid, sandy-skeletal, mixed, isothermic”.
Desglosemos este ejemplo para entenderlo mejor:
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Typic Haplosalid: Indica que es un Salid típico (Haplo denota que no tiene otros horizontes diagnósticos predominantes aparte del salic). No presenta, por ejemplo, horizontes cálcicos o argílicos significativos que le den una subcategoría especial. Equivale a decir Salid común. Si tuviera capa saturada sería Aquisalid, si tuviera duripán podría ser Duric Haplosalid, etc., pero “Typic” señala la ausencia de tales rasgos adicionales.
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sandy-skeletal: Describe la textura y contenido de fragmentos gruesos en el suelo. Sandy-skeletal significa que la fracción fina es arenosa y, además, más del 35% del material del suelo son fragmentos gruesos (gravas, piedras). Esto suele indicar un suelo formado en material parental arenoso con mucha grava, como podría ser un depósito aluvial o coluvial en un abanico aluvial desértico.
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mixed: Se refiere a la mineralogía del suelo. Mixed (mixta) indica que no predomina un solo tipo de arcilla o mineral particular, sino una mezcla sin dominancia clara. En suelos áridos, a veces se especifica “carbonático” si hay mucho carbonato, o “gypsic” si hay yeso abundante; mixed implica que no hay un constituyente mineralógico único predominante.
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isothermic: Indica el régimen de temperatura del suelo. Isothermic significa que la temperatura media anual del suelo es alta (aproximadamente entre 15 °C y 22 °C) y la oscilación estacional es baja (propio de climas tropicales o subtropicales) – es decir, el suelo se mantiene cálido todo el año con poca diferencia entre verano e invierno. En este caso sugiere que el Salid del ejemplo está en una región cálida (probablemente latitudes bajas o medias bajas, zonas costeras tropicales áridas, etc.).
Cada Salid real tendrá su propia clasificación completa según sus características particulares (por ejemplo, Gypsic Aquisalid loamy, mixed, hyperthermic podría ser otro, indicando un Salid con yeso y saturación, franco, en clima muy cálido). Pero el ejemplo dado ilustra un Salid típico: suelo salino en clima árido cálido, con textura arenosa grava y sin peculiaridades adicionales aparte de la sal.
¿Pueden los Salids formarse en sitio (suelos residuales)?
Sí. Aunque muchos Salids se desarrollan sobre depósitos transportados (p. ej. sedimentos eólicos, aluviales o lacustres ricos en sales, típicamente en fondos de valles endorreicos donde se concentran las sales), también es posible que un Salid se forme sobre material parental residual (es decir, directamente sobre la roca meteorizada local) si concurren las condiciones adecuadas.
Por ejemplo, imaginemos una formación geológica rica en minerales salinos o en arcillas sódicas: al meteorizarlos in situ en un clima árido, esas sales liberadas pueden quedar en el perfil porque no hay suficiente lluvia para lavarlas. El resultado sería un horizonte salino desarrollado prácticamente sobre la saprolita o roca alterada original, sin aporte externo de sales. Lo importante para la clasificación es que en el perfil haya acumulación secundaria de sales respecto a lo que había originalmente en la roca, independiente de si el material es transportado o no. En climas áridos, las sales pueden provenir tanto de fuentes externas (agua de riego, aerosoles marinos, depósitos eólicos salinos) como del propio material parental por meteorizaciónextension.colostate.edu. Si el material original era bajo en sales, difícilmente se forme un Salid residual a menos que haya aportes; pero si era alto en sales (por ejemplo, depósitos evaporíticos, margas salinas), entonces sí es factible.
En resumen, un Salid puede ser residual (formado sobre roca local) siempre que:
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El material original libere cantidades apreciables de sales solubles al alterarse.
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El clima sea lo suficientemente árido para que esas sales permanezcan y se acumulen en el suelo (muy poco o nulo lavado).
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Se desarrolle el horizonte salino pedogenético (por ejemplo, precipitación de sales en ciertas profundidades del perfil).
Muchos Salids icónicos ocurren en playas y depresiones alimentadas por escorrentía y aguas subterráneas (entornos alóctonos); pero también existen suelos salinos en laderas o mesetas áridas sobre materiales yesosos o calcáreos con componentes salinos que, debido al clima seco, dan origen a horizontes salic. Lo clave es evaluar caso por caso el origen de las sales.
¿Cuándo un suelo no se clasifica como Salid?
Hay situaciones de suelos con cierto contenido de sal donde no corresponde la clasificación Salid. Algunas circunstancias excluyentes son:
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Ausencia de horizonte salic: Si en el perfil no se identifica un horizonte z ni evidencia clara de acumulación de sales, el suelo no puede ser Salid. Por ejemplo, un suelo de desierto pobremente desarrollado que simplemente es arenoso y seco sin concentración de sales, sería un Aridisol de otro suborden (quizá un Cambid si tiene leve cambic, o un Entisol si prácticamente no hay desarrollo).
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Salinidad superficial efímera: Como se discutió antes, si la sal está solo en la costra superficial de forma estacional y no hay acumulación pedogenética en profundidad, no se justifica un horizonte diagnóstico salic. Estos suelos podrían mapearse en agronomía como “suelos salinos” pero taxonómicamente no cumplen para Salid.
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Predominio de sodicidad sobre salinidad: Si el problema principal del suelo es el exceso de sodio intercambiable (Na^+ en el complejo de cambio) más que la presencia de sales neutras en solución, entonces el suelo es sódico pero no salino. Los suelos sódicos (antes llamados alcalinos) típicamente tienen baja salinidad total (EC <4 dS/m) pero pH alto (>8.5) y un porcentaje de sodio intercambiable >15%extension.colostate.edu. Estos suelos desarrollan a menudo un horizonte nátrico (Btn) con estructura columnar y dispersión arcillosa. En la taxonomía USDA, un Aridisol con horizonte nátrico caería en suborden Argids (Natrargids en gran grupo) o incluso un Vertisol, pero no en Salids ya que carece de un horizonte salic de sales solubles. En términos sencillos: mucha sal soluble = Salid; mucho sodio pero poca sal soluble = suelo sódico (no Salid)extension.colostate.edu.
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Otro horizonte diagnóstico dominante: Si el suelo árido presenta otro tipo de horizonte bien desarrollado que define su clase, y no coexiste un horizonte salic notable, entonces pertenecerá a ese otro suborden. Por ejemplo:
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Un Aridisol con un claro horizonte argílico (Bt) y sin gran salinidad será un Argid (no un Salid).
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Un Aridisol con un horizonte cálcico (Bk) prominente y apenas trazas de sal soluble será un Calcid.
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Un Aridisol yesoso con horizonte gypsic (By) masivo pero poca sal en solución será un Gypsid.
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En general, si hay un horizonte pétreo cementado (petrocalcic, petrogypsic) superficial, la clave taxonómica va a clasificarlo en Durids, Calcids, etc., antes que Salids, a menos que debajo haya también un horizonte salic importante.
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Nota: Es posible que un suelo posea múltiples horizontes diagnósticos (ej. argílico + salic). En tales casos, la clasificación se resuelve por la secuencia en la clave; actualmente, si existe un horizonte salic, el suelo suele clasificarse como Salid y la presencia de argílico, etc., se refleja en el gran grupo o subgrupo (por ejemplo, Argic Haplosalid sería un Salid que además tiene Bt). Pero si la acumulación de sales es mínima comparada con el otro horizonte, entonces quizás ni siquiera se define horizonte salic, quedando fuera de Salid.
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Régimen de humedad no árido: Si un suelo con alta salinidad se encuentra en una zona con régimen ústico o más húmedo, no se clasifica como Aridisol. Podría ser un Inceptisol o Mollisol salino, etc., dependiendo del caso, pero “Salid” implica necesariamente clima árido. Por ejemplo, suelos salinos en estuarios o bajo riego en clima subhúmedo no entran en Aridisols (en su lugar, en la taxonomía estadounidense se los clasificaría por otro orden y se añadirían fases o familias indicando salinidad).
En resumen: un suelo NO es Salid si no cumple con el combo clima árido + horizonte salino pedogenético. La mera presencia de sales, sin ese contexto, no basta para llamarlo Salid.
Implicancias y manejo de los Salids
Desde el punto de vista agronómico y ecológico, los Salids presentan varios desafíos e implicaciones importantes:
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Baja productividad natural: Debido a la alta salinidad, estos suelos tienen una productividad agrícola prácticamente nula sin intervención. Las elevadas concentraciones de sales causan estrés osmótico en las plantas – las raíces no pueden absorber agua fácilmente porque la solución del suelo tiene mayor potencial osmótico, provocando síntomas de pseudo-sequía incluso cuando hay humedadextension.colostate.edu. Solo plantas adaptadas (halófitas) logran crecer de forma muy rala. Además, si hay sodicidad asociada, la estructura del suelo se degrada (dispersión de arcillas, formación de costras superficiales duras) empeorando aún más la infiltración y la aireacióncales.arizona.edu. En conjunto, un Salid virgen suele ser un suelo estéril o marginal para la mayoría de usos humanos. De hecho, como norma general estos suelos se consideran inapropiados para agricultura convencionalnrcs.usda.gov y se dejan para pastizales extensivos de fauna silvestre o quedan desnudos.
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Indicadores ambientales: La presencia de Salids nos indica procesos hidrogeológicos y climáticos particulares. Suelen denotar zonas de drenaje interno (cuencas endorreicas) o áreas con influencia de niveles freáticos someros y salinos. Por ejemplo, la extensión de playas con Salids en un paisaje puede señalar hasta dónde llegan las inundaciones estacionales y dónde el agua se evapora dejando sal. También sirven como alerta de posibles problemas de salinización si se planea regar esas tierras: un suelo que ya es Salid implica que incluso con riego habrá que manejar enormes cantidades de sal.
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Manejo de Salids (recuperación): Rehabilitar un suelo Salid hacia usos productivos es difícil, pero en algunos casos es posible mediante manejo intensivo:
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Lavado profundo (leaching): La estrategia principal es aplicar grandes volúmenes de agua de buena calidad para disolver y arrastrar las sales fuera del perfil radicularextension.colostate.eduextension.colostate.edu. Esto requiere imprescindiblemente un buen drenaje: si el agua no puede percolar y salir (ya sea vía drenajes artificiales o por flujo subterráneo hacia afuera), el lavado no funciona. Lavar sales consume mucha agua – por ejemplo, para reducir a la mitad la concentración salina en 30 cm de suelo pueden hacer falta varios cientos de milímetros de lámina de agua aplicada. En zonas sin salida natural (cuencas cerradas), esta técnica es costosa e incluso puede ser inviable, porque el agua salobre extraída no tiene dónde disponerse sin causar problemas ambientalesnrcs.usda.govcales.arizona.edu. Por eso, Salids ubicados en depresiones endorreicas (Aquisalids) rara vez se recuperan para agricultura, mientras que algunos Haplosalids en terrenos con pendiente o drenaje hacia ríos podrían mejorarse con suficientes aplicaciones de aguacales.arizona.edu.
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Enmiendas químicas (yeso agrícola): En suelos donde la salinidad viene acompañada de sodicidad (mucho Na^+ en complejos de cambio), es fundamental agregar enmiendas como yeso (CaSO₄·2H₂O) u otras fuentes de calcio. El calcio del yeso desplaza al sodio del complejo de cambio, formando sulfato de sodio soluble que luego puede ser lavadocales.arizona.edu. Sin este paso, simplemente agregar agua a un suelo sódico puede empeorar la estructura (el sodio dispersa las arcillas al humedecerse). El yeso agrícola suele aplicarse molido y en dosis calculadas según el requerimiento de yeso (lab test), que estima cuánto CaSO₄ se necesita para reemplazar el Na^+ intercambiable en cierta profundidad. Nota: En Salids dominados por sales neutras (p.ej. NaCl), al regar una parte de la sal se lixiviará directamente; pero si el intercambio iónico deja sodio residual en las arcillas, de nuevo es útil el yeso para mejorar la estructura post-lavado.
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Cultivo de halófitas y manejo de vegetación: Una alternativa cada vez más estudiada es introducir plantas halófitas útiles en suelos salinos. Ciertas halófitas (ej. especies de Sarcocornia, Atriplex o pastos tolerantes) pueden crecer en condiciones que matan a los cultivos convencionales. Estas plantas pueden usarse como forraje para ganado salino, biocombustible, o incluso alimentos especializadosnaes.unr.edu. Además, cumplen una función de fito-remediación pasiva: a medida que crecen, toman agua salina y pueden acumular algo de sal en sus tejidos, reduciendo lentamente la sal del perfil, o al menos previenen la subida de la napa freática al extraer aguanaes.unr.edu. Si se maneja adecuadamente (cosechando biomasa rica en sal y retirándola del sitio), se puede extraer sal del sistema. Esto, combinado con riegos controlados, puede mantener o mejorar la productividad de tierras salinas a largo plazonaes.unr.edu. Por ejemplo, en Nevada se experimenta con halófitas para estabilizar y aprovechar suelos salinos en lugar de dejarlos improductivos.
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Manejo del riego y otras prácticas: En proyectos de rehabilitación se emplean técnicas de riego especializado: riego por goteo (minimiza evaporación superficial y acumula menos sal arriba), riego intermitente con pulsos de lavado, o drenajes sub-superficiales para controlar la capilaridad. También se acostumbra a subsolar o arar profundo para romper posibles costras o capas compactadas, facilitando el lixiviado. La adición de materia orgánica (estiércol, compost) mejora la estructura y capacidad de retención de humedad, ayudando a las plantas a sobrellevar la salinidad. Sin embargo, todas estas intervenciones son de alto costo y requieren disponibilidad de agua dulce, por lo que solo se justifican en casos donde el valor de la tierra o el agua lo permita.
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En muchas situaciones, la opción más razonable es convivir con el suelo salino destinándolo a usos apropiados: por ejemplo, gestión de humedales salinos para aves, extracción de sal (salinas), o producción de cultivos halófitos de nicho. Intentar convertir un Salid en un suelo fértil típico puede ser poco sostenible salvo que se tenga abundante agua y recursos tecnológicos.
Conclusión
Los Salids representan la manifestación más extrema de la salinización natural en los suelos de climas áridos. Su identificación adecuada no se basa solo en “hay sal en el suelo”, sino en reconocer cómo y dónde se acumulan esas sales dentro del perfil, bajo un régimen climático árido que propicia su preservación. Taxonómicamente, el sello distintivo es el horizonte salic (z), cuya presencia define al suelo como Salid, con todas las implicaciones de manejo que ello conlleva.
En resumen, recordemos:
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No todo suelo con sal es un Salid: la salinidad superficial pasajera no califica si no hay un horizonte salino pedogenético y un entorno árido.
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Basta un horizonte “z” válido (15+ cm con alta sal) en un clima árido para clasificar un suelo como Salid, aunque el resto del perfil sea simple.
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Diagnosticar correctamente un Salid es clave para tomar decisiones de uso. Saber que un suelo es Salid alerta sobre la necesidad de enmiendas y lavado si se quisiera cultivar, o de lo contrario aceptar sus limitaciones y buscar usos alternativos (ej. conservación, pastoreo extensivo con especies adaptadas).
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La rehabilitación es difícil pero no imposible: requiere eliminar o manejar las sales mediante técnicas intensivas (lavado, drenaje, yeso, halófitas). Sin embargo, en muchos casos la opción más sensata será gestionar estos suelos tal como son, evitando prácticas que empeoren la salinidad (como riegos ineficientes) y protegiendo los frágiles ecosistemas que en ellos existen.
En definitiva, los Salids son suelos austeros y desafiantes, pero nos cuentan la historia geoquímica de los desiertos y nos obligan a estrategias creativas de manejo cuando intentamos utilizarlos. Conocerlos a fondo – su génesis, su clasificación y su comportamiento – es fundamental para edafólogos, agrónomos y gestores ambientales que trabajan en las zonas áridas del mundo.
Bibliografía seleccionada: USDA-NRCS Soil Taxonomy & Keys (ed. 2014, 2022); Soil Science Society of America Glossary; Colorado State Univ. Extension (2012) on Saline/Sodic soils; FAO Saline Soils Management Handbook (2018); Estudios de caso de suelos áridos salinos en Nevada (Univ. of Nevada, Reno) y Medio Oriente.
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