TALARA

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sábado, 6 de abril de 2013

Suelos hidromórficos


                                             Adolfo Campos Cascaredo - y Patricia Moreno-Casasola


Los suelos tienen una organización natural y son activos biológicamente. Esta organización inherente es el resultado de las fuerzas climáticas y biológicas que alteran las propiedades de los materiales de la superficie terrestre. Debido a que estas fuerzas ejercen un efecto progresivamente menor con la profundidad, resultan en capas más o menos horizontales que se denominan “horizontes de suelo”. Los tipos particulares de suelo se identifican o distinguen por la secuencia específica de horizontes que presentan, denominada perfil del suelo (Richardson y Vepraskas 2001).

En los humedales, los suelos juegan un papel fundamental, pues es donde se produce el estrés por la escasez de oxígeno y donde se descompone con mayor o menor velocidad la materia orgánica. Estos son procesos determinantes en los distintos tipos de humedales. Además juegan un papel fundamental en la delimitación legal de zonas de humedales, ya que son los que mantienen la historia del humedal y permanecen aún después de que éste ha sido drenado y la vegetación hidrófita ha desaparecido.

Los horizontes se diferencian entre si por sus propiedades, tales como el contenido de carbono orgánico, la morfología (color, textura, etc.), la mineralogía, la química (pH, potencial redox). Así, el horizonte O, está formado por acumulación in situ de material orgánico depositado en la superficie, que está saturado de agua durante periodos prolongados y que contiene 100% o más, de contenido de agua.

SUELOS HÍDRICOS
Los suelos de humedales se llaman suelos hídricos. Este es un término acuñado recientemente, en la década de 1970, cuando surgió el interés por los humedales. Se define como un suelo saturado o inundado suficiente tiempo, durante la estación de crecimiento de las plantas, para producir condiciones de anaerobiosis en la parte superior. Las condiciones de anaerobiosis, es decir bajas cantidades de oxígeno (la carencia se denomina anoxia) producen cambios físicos y químicos en el suelo, los cuales se vuelven aparentes y sirven como indicadores de condiciones hídricas. Estos indicadores tardan muchos años en desarrollarse, asociándose en el largo plazo a la hidrología de humedales de un sitio. Por tanto los indicadores físicos de condiciones saturadas persisten después de que la hidrología de un área ha sido alterada y la vegetación de humedales ha desaparecido y son los más permanentes y estables. Por ello tienen un fuerte valor como indicadores.

INDICADORES DE SUELOS HIDRICOS
Existen varias mediciones que se pueden realizar rápidamente para caracterizar un suelo hídrico y que funcionan como indicadores edáficos. Son el contenido de humedad del suelo, la densidad aparente, la porosidad total, el grado de saturación y la infiltración.

1. Contenido de agua en el suelo
La dinámica del agua en el suelo es un componente del balance global del agua, y puede considerarse como la variable más importante que determina la disponibilidad de agua para las plantas. Las precipitaciones atmosféricas aportan agua que finalmente.

Medición del contenido de agua en el suelo
Materiales
·Cilindro PVC
·Balanza digital
·Estufa, 105° c
·Bloque de madera
·Martillo de goma
·Espátula
·Bote de aluminio
·Masking tape
Para medir el contenido volumétrico de agua del suelo, es necesario obtener un volumen de suelo conocido. Para ello se utiliza un cilindro de PVC (o de metal) que se entierra para obtener la muestra (Figura 4). Siempre se debe utilizar el mismo cilindro y se calcula su volumen.
Procedimiento
1) Se toma una muestra de suelo con el cilindro de PVC. Para hacer esto, es necesario colocar una tabla de madera en un extremo del cilindro y golpear suavemente con el martillo de goma hasta que el cilindro se llene
completamente de suelo.
2) Con cuidado, la muestra de suelo se pasa a un bote de aluminio, se tapa y se sella con cinta masking tape. Se marca el bote de aluminio con el número de muestra, el sitio donde se tomó y la fecha.
3) En el laboratorio, se pesa la muestra (bote + suelo) para obtener el pesohúmedo del suelo, y poner a secar la muestra en la estufa a 105° C durante 24 h.
4) Después ya seca, se pesa la muestra de suelo para obtener el peso seco del suelo.
5) Se tiene que pesar el bote de aluminio, para poder restarlo posteriormente.


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