Adolfo Campos Cascaredo - y Patricia Moreno-Casasola
Los suelos tienen una
organización natural y son activos biológicamente. Esta organización inherente
es el resultado de las fuerzas climáticas y biológicas que alteran las
propiedades de los materiales de la superficie terrestre. Debido a que estas
fuerzas ejercen un efecto progresivamente menor con la profundidad, resultan en
capas más o menos horizontales que se denominan “horizontes de suelo”. Los
tipos particulares de suelo se identifican o distinguen por la secuencia
específica de horizontes que presentan, denominada perfil del suelo (Richardson
y Vepraskas 2001).
En los humedales, los
suelos juegan un papel fundamental, pues es donde se produce el estrés por la
escasez de oxígeno y donde se descompone con mayor o menor velocidad la materia
orgánica. Estos son procesos determinantes en los distintos tipos de humedales.
Además juegan un papel fundamental en la delimitación legal de zonas de
humedales, ya que son los que mantienen la historia del humedal y permanecen
aún después de que éste ha sido drenado y la vegetación hidrófita ha
desaparecido.
Los horizontes se
diferencian entre si por sus propiedades, tales como el contenido de carbono
orgánico, la morfología (color, textura, etc.), la mineralogía, la química (pH,
potencial redox). Así, el horizonte O, está formado por acumulación in situ de
material orgánico depositado en la superficie, que está saturado de agua
durante periodos prolongados y que contiene 100% o más, de contenido de agua.
SUELOS HÍDRICOS
Los suelos de
humedales se llaman suelos hídricos. Este es un término acuñado recientemente,
en la década de 1970, cuando surgió el interés por los humedales. Se define
como un suelo saturado o inundado suficiente tiempo, durante la estación de crecimiento
de las plantas, para producir condiciones de anaerobiosis en la parte superior.
Las condiciones de anaerobiosis, es decir bajas cantidades de oxígeno (la carencia
se denomina anoxia) producen cambios físicos y químicos en el suelo, los cuales
se vuelven aparentes y sirven como indicadores de condiciones hídricas. Estos indicadores
tardan muchos años en desarrollarse, asociándose en el largo plazo a la hidrología
de humedales de un sitio. Por tanto los indicadores físicos de condiciones saturadas
persisten después de que la hidrología de un área ha sido alterada y la vegetación
de humedales ha desaparecido y son los más permanentes y estables. Por ello
tienen un fuerte valor como indicadores.
INDICADORES DE SUELOS
HIDRICOS
Existen varias
mediciones que se pueden realizar rápidamente para caracterizar un suelo
hídrico y que funcionan como indicadores edáficos. Son el contenido de humedad del
suelo, la densidad aparente, la porosidad total, el grado de saturación y la infiltración.
1. Contenido de agua
en el suelo
La dinámica del agua
en el suelo es un componente del balance global del agua, y puede considerarse
como la variable más importante que determina la disponibilidad de agua para
las plantas. Las precipitaciones atmosféricas aportan agua que finalmente.
Medición del contenido
de agua en el suelo
Materiales
·Cilindro PVC
·Balanza digital
·Estufa, 105° c
·Bloque de madera
·Martillo de goma
·Espátula
·Bote de aluminio
·Masking tape
Para medir el
contenido volumétrico de agua del suelo, es necesario obtener un volumen de
suelo conocido. Para ello se utiliza un cilindro de PVC (o de metal) que se entierra
para obtener la muestra (Figura 4). Siempre se debe utilizar el mismo cilindro
y se calcula su volumen.
Procedimiento
1) Se toma una muestra
de suelo con el cilindro de PVC. Para hacer esto, es necesario colocar una
tabla de madera en un extremo del cilindro y golpear suavemente con el martillo
de goma hasta que el cilindro se llene
completamente de
suelo.
2) Con cuidado, la
muestra de suelo se pasa a un bote de aluminio, se tapa y se sella con cinta
masking tape. Se marca el bote de aluminio con el número de muestra, el sitio
donde se tomó y la fecha.
3) En el laboratorio,
se pesa la muestra (bote + suelo) para obtener el pesohúmedo del suelo, y poner
a secar la muestra en la estufa a 105° C durante 24 h.
4) Después ya seca, se
pesa la muestra de suelo para obtener el peso seco del suelo.
5) Se tiene que pesar el bote de aluminio, para poder
restarlo posteriormente.
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